Los meses de verano suelen ser intensos para los niños, sus padres, y también para los pediatras de los hospitales. Por lo general, lo más pequeños de la casa suelen tener más tiempo de ocio, sobre todo al aire libre, y los accidentes, infecciones y caídas se multiplican. Así lo asegura la Dra. Sandra Fonseca, una de las pediatras de IMED Elche, que nos habla de cómo funciona la Unidad de Pediatría del hospital, así como las Urgencias pediátricas, y de los cuidados y prevenciones que deben tener las familias durante la época estival.
Urgencias pediátricas en IMED Elche
El hospital IMED Elche lleva ya 2 años ofreciendo el servicio urgencias pediátricas durante las 24 horas del día. “Hemos tenido una acogida maravillosa, las familias han confiado en nosotros para atender las urgencias de sus hijos y las angustias de los padres”, señala la Dra. Fonseca.
Nos explica también la importancia de la reducción de los tiempos de espera en urgencias: “Durante el día van variando y por las noches la atención suele ser más rápida. Poco a poco logramos que vayan disminuyendo, y con el apoyo de las pruebas analíticas, hemos ganado con eso para los niños, y para darle paz y tranquilidad a los padres, que es lo más importante”.
Urgencias más comunes con las que las familias acuden con sus hijos
En un servicio de urgencias, el personal sanitario se enfrenta a múltiples situaciones y problemas. Pero cuando se trata de niños, en verano, la Dra. Fonseca asegura que las infecciones intestinales suelen ser el problema más común por el que los padres acuden con sus hijos: “En verano, las patologías infecciosas van en aumento. Las más comunes son las intestinales, como diarreas, vómitos, intoxicaciones… Muchas se deben a cambios de dietas en los niños. Estos cambios de rutinas con la alimentación, les puede afectar al sistema digestivo".
Consejos y recomendaciones para los padres y madres
La alimentación es un factor a tener en cuenta durante el verano, además de su consumo, es importante cuidar el cocinado, y el mantenimiento, sobre todo si vamos a las playas o a las piscinas.
“Hay que tener mucho cuidado con las mayonesas o productos que contengan huevo. En este tipo de salsas y alimentos el calor puede pasar factura y puede llegar a intoxicar tanto a los niños como a los padres. Además, puede suponer un problema de deshidratación importante para los más pequeños. Los vómitos y las diarreas pueden deshidratar a los niños con mucha más facilidad que a los adultos, y no hace falta llegar a ese punto. Por lo que es muy importante una buena hidratación”, advierte la doctora.
Otros accidentes
El ocio al aire libre en verano es fundamental para los niños. Experimentan, juegan y desarrollan otro tipo de actividades, en las que hay que estar muy pendientes. “Atendemos a muchos por accidentes de patinete o bicicleta. Aprovecho para recordar que todos los niños deben de llevar casco en estas situaciones, y en la medida que se pueda, coderas y rodilleras. Porque son las partes que más golpes reciben. Así que, por favor, el caso es indispensable evitar traumatismos craneoencefálicos y llevarnos un susto. Incluso en los sitios llanos, es un error no usar protección, y debemos cuidar a los más pequeñitos”, avisa Fonseca.
Protección de la piel
También durante la época estival, es fundamental la protección de la piel con el uso de cremas y protección solar. “Quiero recordar que los niños menores de 6 meses no tienen por qué estar en la playa o en la piscina en las horas ‘pico’ y que no se pueden utilizar cremas solares en las pieles inmaduras”, señala la doctora.
Heridas en verano, más difíciles de curar
Las heridas en verano pueden ser engorrosas y difíciles de curar. Por un lado, están mas tiempo al aire libre por los pantalones cortos, pero muchas veces están a remojo porque los niños no paran de salir y entrar al agua, y cuesta más que la herida llegue a secar o cicatrizar.
Así nos lo explica la Dra. Fonseca: “La humedad levanta con facilidad el tipo de cicatrización que se esté haciendo. También hay más riesgo de infección, y si llevan una férula o un yeso, imagínate si se moja. El mal olor que coge, el estar cambiando frecuentemente el vendaje, también es molesto para los niños, y dificulta la cicatrización de las heridas.
Y por último, y casi que lo más importante, la Dra. Fonseca pide especial atención a cuando los niños estén cerca del agua: “Vigilancia constante cuando están al borde de la piscina o el mar. Por favor, el uso de chalecos en los más pequeñitos, y evitar cualquier ahogamiento”.