Los reconocimientos médicos en deportistas son hoy en día deficientes. Así se desprende del reciente trabajo presentado por la doctora Heras en el último Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cardiología, dónde según el estudio el 48% de los atletas que competían en la Media Maraton de Madrid nunca se habían realizado un reconocimiento, pese a que el 17% mostraban síntomas de riesgo cardiológico como dolor en el pecho, palpitaciones o perdida de conocimiento en relación con el ejercicio.
La valoración médica de deportistas requiere de una adecuada formación y de conocimientos específicos en fisiología del ejercicio y en las peculiaridades del corazón del deportista, así como de la mayor experiencia posible para poder diferenciar las adaptaciones fisiológicas consecuencia de los años de entrenamiento de aquellas cardiopatías en las que el deporte puede suponer un riesgo vital o empeorar la enfermedad. El Grupo de Trabajo de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología, al que pertenezce la Doctora Silvia Guillén responde a una demanda social y profesional de formación específica en este ámbito.
Hace unos meses el grupo puso en marcha un estudio para conocer la situación actual de los reconocimientos cardiológicos previos a la práctica deportiva de nivel federativo en el territorio nacional. Los resultados de este estudio deberían servir para fomentar la realización de reconocimientos deportivos que incluyan un electrocardiograma de reposo en todas aquellas personas que a partir de los 10-12 años se inicien en la práctica de algún deporte, al menos a nivel federado. Hoy en día sabemos que, 1 de cada 200 a 300 jóvenes que pasan un reconocimiento cardiológico con ECG de reposo, presenta alguna anomalía relacionada con alguna de las cardiopatías que con mayor frecuencia causan muerte súbita en jóvenes deportistas.
En los últimos años, y a medida que hay un mayor número de especialistas en cardiología deportiva en el mundo, disponemos de algunos datos que sugieren que el entrenamiento intenso durante varias horas y años, en especialidades de resistencia, podría ocasionar efectos no deseables, al menos en algunos individuos. Necesitamos seguir investigando para conocer mejor las causas más frecuentes de muerte súbita cardiaca en deportistas, mejorar en los medios diagnósticos y, por tanto, en las estrategias de prevención primaria.
Chequeos deportivos en actividades intensas
Existen datos que indican que la actividad deportiva intensa (entrenamientos de 20 o más horas a la semana) incrementa sensiblemente el riesgo de sufrir una muerte súbita, calculándose en 1,6 muertes por 100.000 personas. La patología cardiovascular es la causa más frecuente de muerte súbita. Entre el 74 y el 94% de las muertes no traumáticas ocurridas durante la práctica deportiva se deben a causas cardiovasculares.
Las enfermedades que con mayor frecuencia causan muerte súbita en deportistas son: en menores de 35 años las miocardiopatías, (hipertrófica y arritmogénica, fundamentalmente), las vías accesorias, las canalopatías y las anomalías congénitas de las arterias coronarias; en mayores de 35 años destaca la cardiopatía isquémica.
La prevención de la muerte súbita asociada con el deporte debe asentarse en tres pilares fundamentales: el reconocimiento cardiológico preparticipación deportiva, la instauración de los mecanismos necesarios para una resucitación cardiopulmonar y desfibrilación sin demora y, por último, la elaboración de registros nacionales en los que todas las muertes quedaran reflejadas.